SABER LLEVARLO.

En uno de los días más importantes de la vida de toda novia,existe el peligro de no saber gestionar bien el vestido y de acabar tropezando en más de una ocasión. De ahí la importancia de tener en cuenta ciertas pautas para lucir perfecta en todo momento y saber salir airosa de las pequeñas complicaciones…

Lo cierto es que cuando se elige el conjunto nupcial poco se piensa a las dificultades que puede entrañar llevarlo con estilo. La practicidad es el último de los pensamientos que cruza la mente de la futura esposa. Sin embargo, no hay que olvidar que la ceremonia, la recepción y, cómo no, el baile son situaciones en las que puede verse afectada la movilidad y el equilibrio. Una cola especialmente larga, una falda voluminosa, unas enaguas aparatosas…son algunos de los elementos que pueden resultar complicados de gestionar.

Pero no hay que estresarse demasiado porque, recordando una serie de trucos, todo se puede superar:

Para comenzar es importante caminar a patadas, es decir, dando pequeños golpes al tejido del vestido con la punta de los zapatos antes de apoyar el pie en el suelo. De esta manera se aleja el vestido de las piernas y se deja espacio suficiente para realizar el paso sin peligro de resbalar.

Nunca hay que caminar hacia atrás. Un paso en falso en dirección contraria y lo más seguro es que se termine pisoteando el vestido por alguna parte (sobre todo si se llevan tacones) y cayendo al suelo con todo el equipo. Mejor evitar, sin duda alguna.

Para salir del coche, hay que ayudarse siempre con la mano menos visible y alzar ligeramente el vestido antes de poner un pie fuera. Lo ideal es imaginarse que los asientos de la parte trasera del automóvil son como una galería: se entra de un lado y se sale por el otro. Con delicadeza y sin prisas, por favor.

Si se experimentan dificultades a la hora de subir o bajar escaleras, también se puede elevar el vestido unos centímetros pero jamás usando las dos manos ya que el efecto sería poco elegante. Y las novias deben estar preparadas para que se les tomen fotos en cualquier momento. Gracia y estilo tienen que formar parte de cada gesto y de cada instante.

Los giros son movimientos complejos cuando se realizan con un conjunto nupcial voluminoso o de larga cola por lo que es recomendable practicar en casa utilizando una sábana atada a la cintura. En el momento en que se voltea el busto, se agarra firmemente la tela que queda por detrás y se alza el brazo en la misma dirección, como si se quisiera crear un arco sutil y ligero. La cola del vestido se curvará y permitirá finalizar la rotación. Es más difícil de explicar que de ejecutar pero con la práctica se convertirá algo sencillo.

A la hora de tomar asiento, lo recomendable es sentarse sobre el vestido sin intentar levantarlo o enrollarlo de cualquier manera. Ir hacia delante un par de centímetros sobre la silla será suficiente para mantener el tejido en su sitio y disfrutar de la velada con toda comodidad.

En lo que se refiere al baile, hay que evitar el truco de coser un anillo en el extremo de la cola para insertarlo en el dedo cuando llegue la hora de salir a la pista. El efecto es tosco, la línea del vestido se deforma y deja expuesta la parte interna del tejido, que con toda seguridad se habrá ensuciado durante la ceremonia y el shooting fotográfico. Una idea bastante útil es la de contar con otro conjunto de novia más práctico que se pueda lucir en la segunda parte del festejo.

Es evidente que toda novia debe elegir el vestido de sus sueños pero también es necesario que prevea la gestión de los movimientos y las dificultades que puede encontrar. Practicar antes de la ceremonia no estará de más si se desea lucir el conjunto nupcial como merece la ocasión…


Fuentes: matrimonio.it/ leitv.it
 Imgen: Pixabay