EL IMPERIO EN TU CUERPO.

Los vestidos de novia de estilo Imperio son un clásico que no pasan nunca de moda y que, una vez más, forman

parte de la propuesta para las novias del 2017. Son un elegante, refinado y delicado modo de evocar el esplendor de las antiguas diosas griegas que, con su hermosura empírea, cegaban la trivialidad humana. Una cintura alta, posicionada justo bajo el seno, y unas telas

que caen suavemente gracias a la ligereza de los tejidos, hacen de esta la prenda perfecta para acentuar la figura femenina y guiar la mirada hacia un escote libre y despejado. Por no mencionar que el romanticismo y la clase que desprende es absolutamente atemporal.

Sin embargo su origen no se encuentra muy lejos en la Historia ya que se sitúa en la época de la Revolución francesa (1789) y en el posterior Imperio Napoleónico. El neoclasicismo del mundo del arte y el gusto por las antiguas civilizaciones (griega y romana) de la época acabaron trasladándose al ámbito de la moda. Y con Josefina Bonaparte este tipo de vestidos ganó en fama y aceptación entre el público femenino.

Hoy en día existe una gran variedad de modelos dentro de este atractivo estilo. Algunos, por ejemplo, incluyen mangas largas, hombreras, cuello redondo, cuadrado o en forma de corazón, un busto rígido de encaje, cinta, perlas o piedras de Swarovski…pero el corte es, con escasas variaciones, el mismo. Hasta la versión más sencilla no deja de ser un sofisticado estilo que esculpe el cuerpo y embellece hasta las formas más curvilíneas. Las mujeres altas o bajitas, las que tienen una constitución en forma de pera, manzana, reloj de arena o rectángulo, pueden encontrar en este corte el ideal para lucir en su día. Pero también es muy recomendable para las delgadas de busto pequeño o las embarazadas ya que es un estilo de lo más indulgente con todo tipo de cuerpos. Un acierto seguro.

Eso sí, hay que acompañar el vestido de los complementos adecuados. Para el peinado se suelen sugerir los semirecogidos desenfadados (con flores o bien con horquillas de pedrería) y los recogidos románticos con ondas al agua para enfatizar la naturalidad del cabello. Las joyas, pequeñas y sutiles, opacas o brillantes, dependiendo de las preferencias de cada mujer, no deben suponer una distracción respecto al vestido. Deben simplemente acompañarlo y, en todo caso, enfatizarlo. Los zapatos son otro elemento que es necesario elegir con cautela. Es importante probarlos y tener en cuenta que deben soportar toda la ceremonia y la fiesta posterior. Si la boda tiene lugar en verano, las sandalias para novia son una opción excelente para este estilo a la griega.

En definitiva se trata de un tipo de vestido muy adaptable y favorecedor pero es vital que la novia se sienta segura y hermosa vistiendo un corte Imperio. Cada mujer es única y su edad, estatura, peso y gustos personales determinarán la elección final. Tomarse el tiempo necesario, aceptar las recomendaciones de los expertos y seguir el propio instinto, serán pasos cruciales para dar con EL vestido definitivo. Y es que cuando lo vea, lo pruebe, lo sienta, sabrá que es ese y no otro.

¿Estás preparada para este gran momento?

Fuente: lorismodesposi.it/matrimonio.it/bodas.net/ 
zankyou.es
Imágenes: Organza Novias.