CATÁLOGO FELIZ.

En toda boda hay regalos, aunque evidentemente no sea el motivo por el que se decide a dar el gran paso. Pero a los invitados les gusta (y forma parte del protocolo) realizar algún obsequio como felicitación a los novios y como modo de agradecimiento por haber contado con ellos para la celebración. La  lista de bodas es un invento de lo más práctico para que todos cumplan sus sueños…

¿CUÁNDO?

El mejor momento para elaborarla es cuanto antes. Es decir, entre 7 y 3 meses antes del gran día para que los asistentes cuenten con más que tiempo suficiente para pensar en ello. Pero es crucial fijar la temática. Es decir, si lo que la pareja necesita es decorar su casa puede incluir elementos de menaje del hogar o cualquier cosa que les haga falta. Si, por el contrario, lo que desean es hacer un viaje muy especial, pueden recurrir a una agencia de viajes y que los invitados contribuyan en grupo para costearlo (todo o en parte). Si la idea es comprar un coche nuevo, habrá que acudir a un concesionario para que los que quieran participen (en la medida que pueda cada uno) en la adquisición del vehículo…Y si los planteamientos son varios, siempre existe la posibilidad de abrir más de una lista en diversos establecimientos aunque es mejor no diversificar demasiado para no producir confusión y no caer en el error de duplicar items…

¿DÓNDE?

En cada tienda deberéis preguntar si cuenta con más de una sucursal y en qué países, tiempos de entrega, si aplican tasas y de qué tipo, si disponen de una línea telefónica gratuita (por si alguien necesita realizar alguna consulta), si os informan de cada compra por mail, cuál es su política de devoluciones y, ¡cómo no!, si disponen de un sistema de publicación de listas online. Este es el método más habitual y fácil para todos ya que, de esta forma, quienes deban trasladarse al lugar de la boda porque viven en otra ciudad o país, pueden acceder a ella y ejecutar su participación sin complicaciones. Conviene también estudiar varias opciones y analizar cuál de ellas os ofrece mejores condiciones, descuentos (por ejemplo en las piezas que no sean compradas) y regalos antes de tomar la decisión del lugar en el que se va a emplazar la lista.

¿QUÉ?

Es necesario, igualmente, que en la tienda o tiendas en las que se decida centrar la relación de regalos, se cuente con un abanico amplio de regalos de distintos precios para que ningún invitado se sienta obligado a gastar más de lo que puede. La situación económica condiciona totalmente las posibilidades reales de gasto que se pueden afrontar y lo último que se quiere es  incomodar a nadie.

¿DE QUÉ MODO?

Para hacer saber que la lista está a disposición de quien la quiera consultar, en ningún caso se debe recurrir a las invitaciones. Estas son peticiones que se hacen a la gente querida para que asistan a una fiesta muy especial y no tarjetas de visita, facturas o documentos bancarios para instigar a que hagan regalos. Lo ideal es enviar primero las invitaciones y, cuando los invitados llamen para confirmar su asistencia, se les puede indicar que la lista ya ha sido publicada.  También se puede confiar en el pasapalabra, optar por enviar un whatsapp, añadir un enlace en la página web de la boda (quienes hayan abierto una)… Eso sí, al margen del modo en que se decida comunicar su disponibilidad, se aconseja que la lista permanezca abierta hasta incluso un mes después de la boda de cara a los invitados más despistados u ocupados.

Y para los novios que prefieren recibir dinero en lugar de abrir una lista de bodas, es interesante recordar que, en la nota de agradecimiento posterior al matrimonio, pueden incluir alguna referencia de para qué se va a usar (o se ha utilizado) esa aportación económica. Es un gesto que todo el mundo agradece…

¿Tenéis ya una idea clara de cómo abordar este tema?

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