SUPERSTICIONES.

Cuando se habla del vestido de novia se piensa en el protagonismo del que goza en todo el festejo; en su capacidad para hacer resplandecer a la novia; en sus detalles o en el secretismo que lo envuelve hasta el día de la boda. Quienes no se dejen atrapar por el embrujo de la superstición pasarán por alto la importancia que puede arrastrar el hecho de que la prometida deba dar las últimas puntadas a la prenda antes del enlace o en el significado de que, tal vez por primera vez en su vida, se alegre de encontrar una araña entre los blancos pliegues de su falda. Aquellos que crean en la fatalidad o en la dicha de un pequeño gesto actuarán con mucha cautela en un día tan especial como el de su boda…Pero ¿cuáles son las creencias populares que los más supersticiosos deberían tener en cuenta?

NOVIOS FUERA.
Casi todo el mundo conoce esta superstición que consiste en evitar, a toda costa, que el novio vea a su prometida con el vestido nupcial antes de la boda. En sus orígenes, esto se debía a que los matrimonios se concertaban por conveniencia y era mejor evitar que el futuro esposo contemplase a la que sería su futura esposa antes de tiempo, no fuera que se arrepintiera…Hoy en día se considera que podría ser un augurio de mala suerte para la pareja así que…mejor guardar el secreto hasta el último momento.

COMPLEMENTOS: ALGO VIEJO, AZUL Y PRESTADO.
También esta es una tradición bastante extendida y conocida por la mayoría de contrayentes. Lo viejo simboliza a los amigos que se espera mantener después del enlace. El color azul, que representaba en sus orígenes la fidelidad, ha pasado hoy en día a formar parte del complejo ritual de los mitos nupciales. Y el objeto prestado suele ser algo perteneciente a algún miembro de la familia de la novia y que, posteriormente, debe devolverse al propietario para asegurarse la buena suerte en la vida matrimonial. Se supone que llevar cada uno de estos elementos el día de la boda no puede atraer otra cosa que no sea dicha y bienestar. ¡Como para olvidarse de ellos!

PUNTADAS DE ÚLTIMA HORA.
Se dice que la futura esposa debe realizar los últimos remiendos (aunque sea solo de forma simbólica) en el vestido para que su felicidad, al igual que su conjunto nupcial, sea completa cuando se case. Otra opción es coser una moneda en el dobladillo del vestido de forma que no sea visible pero que ejerza, igualmente, su poder de atracción y porte prosperidad. En definitiva, un pequeño gesto que puede hilar un perfecto futuro matrimonial…

BENDITOS ARÁCNIDOS.
Lo más habitual es que las mujeres detesten las arañas, pero puede que cambien susto por alegría cuando sepan que una de ellas escondida entre los pliegues del vestido de novia augura fortuna y bienestar económico para el matrimonio…Arañita…¿dónde estás?

PAÑUELITOS A MI.
La necesidad de que la novia disponga de un pañuelo a mano se debe a la creencia de que toda mujer debe derramar alguna lágrima antes de que el novio la bese ya que verter su llanto previamente al enlace, permite que el matrimonio quede libre de sufrimiento para siempre. Puede que no esté de más prevenir la infelicidad con unas lagrimitas…

CANDELAS FUERA.
Nada de mirarse al espejo a la luz de una cálida y delicada vela antes de la ceremonia pues esto puede ser un modo bastante provocador de tentar al destino…Dicen que porta infortunio y desdicha así que se recomienda dejar el romanticismo para la post boda…

PERLAS ¿PARA QUÉ OS QUIERO?
Preciosas esferas de nácar que simbolizan lágrimas y, precisamente por este motivo se cuenta que, de llevarse el día de la boda, pueden traer lamentos y desconsuelo a la pareja. Eso sí, la verdad es que son un complemento que combina perfectamente con cualquier vestido dotándolo de glamour y elegancia…Dependerá de cada una decidir si se prefiere lucir esta joya o renunciar a su belleza por un mito no verificado científicamente…

Y ¿QUÉ HACEMOS CON EL VELO?
Las mujeres romanas comenzaron a utilizarlo porque creían que era un modo de protegerse contra los malos espíritus y así lo consideraban también en la época medieval. Con el judaísmo y el cristianismo, su uso adoptó otro significado y era el de protección de la modestia de la mujer. La verdad es que actualmente muchas féminas renuncian a incorporarlo a su conjunto nupcial dado que el concepto de pareja ha evolucionado mucho. Sin embargo hay quienes prefieren conservar parte de su simbolismo. Así el padre lo retira del rostro de la novia al comienzo de la ceremonia como símbolo de entrega de su hija y el prometido lo hace después como símbolo de la consumación del matrimonio…Pero lo cierto es que este gesto poco tiene que ver actualemente con la idea de alejar a seres malignos del otro lado…

En resumen, si eres una novia supersticiosa seguro que después de leer esto evitarás las velas, te alegrarás de ver arañas y llevarás siempre un pañuelito encima…por eso de llorar antes para no hacerlo después…Y si no te van las creencias de este tipo, tampoco pierdes nada por tomártelo como un juego. No deja de ser muy divertido contemplar cómo el vestido de la novia aúna tantos mitos y destila ese fascinante aire de misterio…

Fuentes: hola.com/leitv.it/convoliamo.com
Imagen: Pixabay.