PROTEGE TU RAMO.

No son flores,son el recuerdo de uno de los días más especiales de tu vida.Son la viva memoria de un momento mágico, del vestido, de la gente querida, de la boda…Y quizá, por ese motivo, la idea de perderlas puede ser difícil de asimilar.. Sin embargo, existen algunos trucos que pueden resultar de lo más útil a la hora de proteger ese ramo, tan único, del paso del tiempo.

Veamos algunos de ellos:

Una de las primeras opciones consiste en seleccionar las flores y extenderlas sobre un papel de pergamino limpio. Después, se introduce en el interior de las páginas de algún libro robusto o bajo la guía telefónica. Se añade más peso con otros objetos y se deja secar durante 10 días. Una vez transcurrido ese tiempo se pueden  enmarcar o guardar. También se puede conseguir el mismo efecto juntando los tallos y  colgando las flores boca abajo para que se sequen en una temperatura ambiente (dentro de un armario, mejor). Al cabo de dos semanas el ramo estará listo.

El gel de sílice (que no es un gel sino una arenilla porosa que absorbe la humedad) es otra práctica y rápida alternativa que, además, conserva muy bien el color de las flores. Para ello, se introduce una base de este gel en un recipiente hermético y se agregan  las flores poco a poco. Una vez colocadas sobre el fondo, se agrega la arena suavemente sobre los pétalos para evitar que las flores se rompan o pierdan su forma original. Se  llena el recipiente y se cierra. Transcurridos 7 días, se extraen las flores con sumo cuidado y se les rocía con algo de laca o con cualquier otro fijador.  

Si lo que se quiere es preservar las flores con formas decorativas, entonces se puede utilizar la resina epoxídica. En primer lugar es necesario contar con un molde esférico, por ejemplo, (que se puede conseguir en cualquier tienda de artesanía) y llenarlo  hasta la mitad  con resina epoxídica. Después  se introducen las flores en el fluido, con mucha delicadeza,  y se termina de completar el resto del recipiente con esta sustancia. Cuando se ha secado, se extrae el molde de resina con las flores dentro  et voilà! un elemento decorativo perfecto para cualquier lugar de la casa.

Pintar las flores (o, mejor dicho, pedir a un artista local que se ocupe de ello) o utilizar el método de la cera de parafina, son otras opciones que, sin embargo, están pensadas para alargar la vida del ramo, no para hacerlo eterno. Pero lo que cuenta es que es posible convertir las flores de la boda en un objeto, más o menos duradero, que sirva de recuerdo (y de ornamento) y que permita revivir aquellos momentos felices y tan fugaces. Eso sí, independientemente de la alternativa que se elija, lo recomendable es hacerlo cuanto antes para mantener los colores lo más vibrantes posibles. De ahí que no esté de más, encargar la tarea a algún profesional o a las mismas damas de honor para que la pareja pueda poner pies en polvorosa con destino a su viaje de novios con toda tranquilidad…

Fuentes: brides.com/ bodas.net/bodaclick
Imagen: Pixabay