NO MUSIC, NO WEDDING.

La música es uno de los componentes más importantes de cualquier evento que pretenda alegrar, entretener y emocionar

De hecho suele decirse: no good music, no good party. Y precisamente por este motivo no debería faltar en una celebración tan especial como vuestra boda. Sin embargo, elegir el acompañamiento musical no es tarea fácil (a parte de esas piezas musicales significativas y personales para vosotros…) porque debe ir en sintonía con los propios gustos pero también con los de los invitados y, por supuesto, con el presupuesto…

¿De qué tipo eres?
Para empezar por algún lado debería tenerse en consideración si la ceremonia es civil o religiosa.
¿En qué puede cambiar este detalle? En el caso de un enlace religioso, la parroquia suele disponer de músicos o coros pero siempre se pueden contratar a otros profesionales externos. Si bien la música siempre debe ser capaz de subrayar la poesía y la emoción del momento, respetando las distintas fases de la liturgia, en la iglesia pueden existir restricciones en cuanto a la selección del acompañamiento sonoro ya que algunos párrocos no admiten música no sagrada. La opción del coro gospel siempre es una idea para salvar este pequeño obstáculo.
En el caso de un enlace civil, no existen tales limitaciones pero es importante lograr conferir magia y ambiente a la ceremonia para que no resulte fría y distante. Se recomienda música tranquila y dulce para obtener ese efecto acogedor…

Recepción de boda: ¿entretenimiento o pura fiesta?
No es lo mismo que la idea sea transcurrir la velada en un lugar tranquilo, refinado y elegante o en otro informal con invitados sedientos de juerga…En cualquiera de los casos, una combinación de distintos estilos puede dar mucho juego ya que ceñirse únicamente a los gustos personales puede resultar, según cuales sean, algo incómodos para algunos de los presentes ya que puede que no los compartan, especialmente si os va el rock extremo o acid house…Una buena fórmula es la de comenzar con un estilo algo suave y reposado para ir animándolo conforme avanza el festejo..De este modo, la música puede ir adaptándose al espíritu de cada momento: la quietud emocionada mientras se degusta el menú nupcial (jazz o blues pueden ser una buena opción), la expectativa romántica ante el primer baile (vuestras canciones favoritas), la diversión posterior (ritmo y mambo para todos!)…

¿Orquesta, dj o ambos?.
Una parte importante que ayudará a tomar la decisión será el presupuesto ya que los precios varían y mucho de un caso a otro. La alternativa más low cost es la de implicar a algún amigo con dotes musicales y conocimiento de los platos de mezcla de los djs para que se ocupe de todo el trabajo. Recurrir a un dj profesional supondrá una mayor inversión pero también eximirá a vuestro amigo de la responsabilidad de acertar con la selección musical para cada momento de la fiesta y para los gustos de los invitados (lo cual no deja de ser un gran compromiso). La orquesta, por su parte, incrementará sensiblemente el coste ya que dependerá del número de músicos que participen. Así que podéis barajar la posibilidad de un dúo hasta un grupo de jazz o una cover band…

Lo cierto es que no existe la música perfecta sino la mejor para cada ocasión. Pero hay algo a lo que no podéis renunciar en ningún caso: a vuestra canción. Esa no debe faltar ya que representa vuestra historia de amor. Y así podréis bailarla bien pegaditos o cantarla a pleno pulmón.

Fuentes: matrimonio.it/ unadonna.it
Imagen: Pixabay