PAZ INTERIOR.
Lucir el vestido soñado no consiste solamente en cubrir el cuerpo con él sino en adoptar una actitud y un talante determinados. El esplendor externo debe comenzar desde el interior y desde el primer momento. De ahí la importancia de conocer las claves para lograr ese punto ideal de paz interior, glamour y solemnidad que te harán resplandecer como nunca antes.
El primer paso consiste en dotar de atractivo a cada fase del proceso, es decir, también al momento del maquillaje y estilismo. Y para que no falte encanto en algo aparentemente tan trivial, una bata de novia ayudará a meterse en el papel. No solo aportará comodidad sino que dará ese toque necesario para empezar a vivir la boda desde el minuto cero.
Tanto la lencería (que no debe quedar expuesta ni crear marcas o arrugas) como el calzado deben resultar de lo más confortables. Cualquier molestia puede generar la necesidad de realizar gestos extraños o poco elegantes y, por tanto, mermar la inseguridad en la novia. Y es que el modo de caminar puede verse seriamente afectado si la futura esposa está pensando en acomodar el sujetador o en mantener el equilibrio en unos zapatos imposibles. Es importante dar cada paso con firmeza, espalda recta, cuello alargado y hombros hacia atrás pero es algo que solo se logra si se siente suficiente calma interna.
También resulta crucial sujetar el ramo correctamente, es decir, con una sola mano posicionada a la altura de la cadera y el brazo relajado mientras se mantiene la mirada al frente. Para evitar dudas que solo van a sumar ansiedad lo más recomendable es ensayar esta postura con anterioridad y llegar al día del matrimonio con la certeza de que todo está bajo control. Esa seguridad se traduce siempre en una imagen sosegada, estilizada y elegante que desbordará todas y cada una de las fotos que se tomen de este momento.
En pocas palabras, cualquier cosa que pueda hacer la novia para añadir una buena dosis de tranquilidad y, sobre todo, para evitar los nervios y el estrés el día de la boda incidirá directamente en su forma de moverse, de colocarse, de caminar…Y es que la delicadeza y el estilo buscan siempre su fuente de inspiración en la serenidad.
¡Brilla desde el interior!
Imagen: Pixabay