LA MECÁNICA DEL ASEO.

Se trata de una de las clásicas dudas que asaltan a las novias cuando piensan con calma y reflexionan en la aventuraque supone llevar un vestido de novia: al caminar, al sentarse y, cómo no, a la hora de ir al baño…¿Cómo es posible lograr superar este momento sin que el conjunto nupcial se vea afectado?

La mayoría de las futuras esposas preferirían evitar sentir este tipo de urgencias fisiológicas pero el organismo no distingue entre bodas y días de rutina. Dejar de beber agua no es la solución ya que la hidratación es fundamental pero es importante estar preparada para cuando surja la ocasión de poner a prueba la pericia técnica de la novia.

El primer paso consiste, aunque parezca una obviedad, en conocer al dedillo la ubicación de los distintos servicios en el local en el que tenga lugar la celebración. Deben ser accesibles y cómodos tanto para los novios como para el resto de invitados. Resulta aconsejable, además, asegurarse de que el restaurante en cuestión cuenta con uno específico para discapacitados o privado para la pareja ya que suelen ser más amplios y confortables.

A parte de acudir al aseo antes de colocarse el vestido, habrá que considerar las particularidades de cada uno de los modelos. Los hay que entrañan mayor dificultad que otros sobre todo cuando los diseños se perfilan con tejidos pesados y mucho volumen. Los cortes A y líneas rectas son menos complicados pero de igual manera es importante saber cuál es el mecanismo básico para evitar contrariedades.

La clave consiste en recoger el vestido y subirlo por completo hasta la cintura de modo que el conjunto quede acomodado a un lado (izquierdo o derecho, según los gustos personales) y pueda ser sostenido con una sola mano. La que queda libre será la encargada de realizar el resto de maniobras . Basta con un poquito de paciencia para dominar la situación.

Si el vestido es tipo princesa, con numerosas capas de tela, probablemente sea necesario recurrir a la ayuda de alguien para acudir al baño. Lo ideal sería contar con dos personas de modo que ambas se ocupen de elevar el conjunto para que no toque el suelo ni roce ninguna otra superficie. Seguramente la madre o cualquier amiga o dama de honor estarán encantadas de ayudar a la protagonista del festejo.

Las novias que, sin embargo, optan por modelos sirena, deberán asegurarse en las pruebas del vestido que pueden subirlo como mínimo hasta las caderas para facilitar la manipulación del mismo en el servicio. Y en el caso de incluir velo o cola, será crucial conocer el engranaje de retirada o recogida para prescindir de estos accesorios en el momento en el que la necesidad apremie. En realidad, es suficiente con que estén colocados para la entrada nupcial y la recepción de boda…Por lo demás, si la novia está más cómoda, puede desprenderse de ellos.

Y es que cada vestido de novia obliga a conocer todo un repertorio de reglas de funcionamiento particulares que habrá que estudiar con anterioridad. La magia,al fin y al cabo, ¡tiene un precio!