JUNTOS O SEPARADOS

Preparar una boda supone invertir tiempo, esfuerzo y dinero para lograr que todos los detalles confluyan en armonía y nada quede en manos del azar.  Música, flores, vestido, joyas y complementos, traje del novio, de las damas de honor, banquete, distribución de mesas, regalos de invitados…etc. En medio de esta vorágine organizativa, pocos son los que reparan en la necesidad de decidir, también, el régimen económico de su enlace. Al fin y al cabo, a parte del amor, se celebra la firma de un contrato importante que afecta a los novios y a sus patrimonios.

En España se aplica un régimen por defecto que, por otro lado, cambia según la comunidad autónoma en la que se registra la unión y cuya modificación debe realizarse ante notario. Se trata del régimen de bienes gananciales que implica que no existe distinción entre los patrimonios de los novios. Es decir,que las ganancias y beneficios que obtiene cada uno a partir del día de la boda (excepto los que tenía cada uno antes del matrimonio) forman parte del bien común y ambos son propietarios del mismo a partes iguales. Lo tuyo es mío y lo mío es tuyo.  Esto también significa que para vender o administrar sueldos, rendimientos del dinero, productos y otros de dicho bien común es necesario contar con el consenso de la otra parte. No debería ser ningún problema pero a veces surgen conflictos en este sentido…

Por este motivo, muchas parejas, para evitar posibles disputas en el futuro, aplican un régimen supletorio de separación de bienes. En él cada cónyuge mantiene su patrimonio de forma independiente y todo lo que adquieran de manera conjunta pertenece a cada uno en modo proporcional a la aportación que haya realizado. Eso sí, hay que tener en cuenta que las condiciones son peculiares y varían según se trate de una comunidad foral como Navarra o de autonomías como Bizkaia, Valencia, Cataluña…

Cada vez es más común que las parejas decidan realizar capitulaciones previas a la boda cuando, hasta no hace mucho, estos acuerdos que fijan  las reglas de la relación en el ámbito económico, se llevaban a cabo después. Y, la mayoría, para pasar de gananciales a separación de bienes. Si bien puede resultar algo frío y poco romántico, lo cierto es que aclarar estos términos puede convertirse en una muy buena garantía para amparar el núcleo familiar, por ejemplo, cuando uno de los dos miembros de la pareja se encuentre en apuros financieros…

La idea de compartirlo todo puede resultar atractiva y, sobre todo, llena de romanticismo pero puede que no sea siempre la opción más conveniente ya que se comparten también las deudas. De ahí que en el caso de que las cosas no le vayan bien a uno de los dos, sus acreedores le podrán exigir los pagos al otro cónyuge. Por este motivo conviene analizar en cada caso si es mejor o no separar el patrimonio familiar del profesional. ¿Qué recomiendan los expertos? Que  lo hagan quienes tienen responsabilidades profesionales ya que la esencia del régimen matrimonial es para sufragar gastos, no para prevenir deudas.

Una vez tomada la decisión, si la idea es presentar los nuevos pactos antes de la boda, hay que recurrir a un notario, inscribir las capitulaciones en el Registro Civil junto con la inscripción del matrimonio y celebrar el enlace antes del año para que no pierdan eficacia y validez.

Eso sí, conviene saber que posponerlo todo para después de la boda puede incrementar el papeleo y los costes cuyo valor depende de la cuantía de bienes y de las donaciones que se hagan entre los cónyuges para equilibrar los patrimonios. El resultado: una liquidación que cancela el concepto de bienes comunes y que supone un desembolso mayor cuando se realiza postboda que si se organiza con antelación antes del enlace.

Lo que resulta evidente es que tomar una decisión en este sentido no es fácil y que cada situación es única. Por eso mismo  lo más aconsejable es solicitar asesoramiento gratuito antes de determinar el régimen económico más adecuado. Aunque a nadie le guste hablar de dinero.

 

Fuentes: nostrofiglio.it/ economíaelpaís
Imagen: PIxabay