GRANDES MISTERIOS.

Cuando se piensa en una boda quizá uno de las imágenes que cruzan la mente en primer lugar es la del vestido de novia. Se fantasea con el estilo, los detalles, los accesorios que incluirá…y, en definitiva, con el look que lucirá la futura esposa. Es uno de las claves que más expectación genera y, por ese motivo, conviene mantenerlo en secreto hasta el día del enlace.

De igual forma, el maquillaje y el peinado causan bastante intriga entre los invitados. Y es que el conjunto nupcial va más allá del vestido. Incluye calzado, manicura, cosmética y peluquería. Todos y cada uno de estos detalles sumarán para crear ese efecto resplandeciente propio de las novias. Razón por la cual también es recomendable evitar dar cualquier pista sobre los pormenores estéticos. Es decir, se debe prescindir de compartir selfies de las pruebas a través del móvil y las redes sociales…

Otro de los apartados que despiertan gran curiosidad es el primer baile de novios.  La canción que sonará, la coreografía (de haberla), la reacción de los recién casados, la emoción…Se trata de un momento especialmente emotivo que estimula la sensibilidad de protagonistas e invitados y, si se desea preservar todo su encanto, es crucial la máxima discreción  hasta el gran día.

Y, por supuesto, los votos. No en todas las bodas los prometidos se dedican unas palabras pero sí suele ser muy habitual. Palabras que pueden haber sido preparadas o que se dejen brotar de manera espontánea (aunque dados los nervios que se sufren lo más aconsejable es contar con algo ya escrito de antemano). Expresiones cargadas de sinceridad y, nuevamente, de emoción que están reservadas para este particular momento y que, por tanto, no deberían ser compartidas previamente con nadie.

Pero una boda puede llevar consigo muchas más sorpresas. Todo dependerá de la originalidad de los futuros esposos y de su predisposición a incluir situaciones, elementos o detalles que rompan con la previsibilidad de los formatos tradicionales. Y, aunque no fuera así y se optara por una fórmula nupcial clásica, es evidente que todo el festejo provocará de todos modos entusiasmo y admiración. Al fin y al cabo, es un acontecimiento muy especial y, de por sí, singular y único.

Fuentes: bodas.net/ blogdemariajose/leitv.it
Imagen: Pexels