CUESTIÓN DE TIEMPO.

Es una de las primeras preguntas que asaltan la mente de cualquier futura esposa: con cuánto tiempo de antelación deben contar para iniciar y terminar feliz y cómodamente la búsqueda de su vestido de novia. Y es que resulta crucial saber cuántos meses o semanas previos a la boda deben dedicarse a esta emocionante tarea.

Se puede decir que un año antes da comienzo la primera etapa en la cual se da rienda suelta a la imaginación y a la fantasía de cómo se desea que sea el conjunto nupcial. Revistas, internet y otras fuentes de información son de gran utilidad para ir cogiendo ideas. Se aconseja, igualmente, elaborar una lista con los elementos que se consideran imprescindibles y otra con aquellos detalles que se detestan y que, en ningún caso, deberían ser tenidos en cuenta.  De la misma manera, entran aquí las consideraciones de si se trata de un evento diurno o nocturno y estación del año porque el estilo cambia notablemente. Sin olvidar, evidentemente, la definición del presupuesto con el que se cuenta.

A falta de 8 meses se emprende la búsqueda real, sin prisa pero sin pausa, del vestido. Se fija la cita con la tienda de confianza, se define quiénes serán l@s acompañantes y se preparan los accesorios necesarios para las pruebas de modo que el efecto visual sea lo más cercano posible al look definitivo. Una vez que se ha elegido el modelo se procede a la última prueba, con maquillaje y peinado, para cerciorarse de que no falta ningún detalle.

Los 6 meses son la fecha límite para comprar el vestido. Más allá de este plazo, el tiempo puede empezar a ser escaso para la adquisición del conjunto, la personalización y la búsqueda de complementos como el calzado, las joyas, el tocado…etc. A los 5 meses llega el momento de las confirmaciones y se verifica con la boutique nupcial la fecha de recepción del vestido para poder acudir a otra prueba en la que identificar todos los retoques necesarios. Aproximadamente un mes y medio antes de la boda se debería pasar a una prueba ulterior (o todas las que sean necesarias) para asegurarse de que todo queda perfecto. Y la recogida del vestido suele realizarse un par de semanas previas al enlace.

Dada la cantidad de pruebas y gestiones que acaban siendo inevitables, todo el margen que se pueda ganar es tiempo de paz y tranquilidad. No hay nada más reconfortante que disponer de un calendario holgado para disfrutar el  momento mágico de encontrar el vestido de tus sueños…

Y en Organza Novias todo nuestro tiempo es para tí.

 

Fuente: elblogdemariajose.com
Imagen: Dreamstime