CONSERVARLO FOREVER.

El vestido de novia, los zapatos,el velo, las flores…son todos pequeños y grandes, preciados y adorados tesoros con un valor sentimental incalculable. Porque, más allá del coste que hayan podido suponer, lo que representan tiene un peso emocional que dura una eternidad. Pasión, complicidad, celebración, amistad, unión…conceptos que se fusionan en uno solo el día de la boda.

Por este mismo motivo, guardarlos en un lugar seguro y poder conservarlos en buen estado independientemente del tiempo que transcurra, es como un sueño y, a la vez, una necesidad. Pero también una realidad muy posible. En la actualidad no faltan ideas ni recursos para salvaguardar esta romántica fortuna intacta y lograr que se mantenga a salvo de los zarpazos que procuran los años.

El conjunto nupcial, estrella de la velada, necesitará una percha adecuada para poder colgarlo inmediatamente después de la fiesta. En cuanto sea posible, se recomienda llevarlo a un profesional especialista en vestidos de este tipo para que se ocupe de hacer desaparecer las salpicaduras de champagne y otras manchas que se hayan podido producir. La prenda quedará como nueva y será seguramente entregada a la propietaria en una caja sellada y expresamente confeccionada para estas piezas de vestuario. Una forma muy práctica que facilita el almacenaje en cualquier armario.

El ramo también es otro de los detalles a los que la novia puede tener un gran apego emocional. En algún otro artículo hemos hablado sobre distintos procedimientos que pueden aplicarse para conservar las flores o incluso para realizar objetos decorativos con ellas. Pero uno de los más comunes consiste en introducirlas en el congelador hasta después del viaje de novios. Al regreso se puede recurrir a un florista para que se ocupe de secarlo adecuadamente o se puede hacer en casa simplemente colocándolo boca abajo en algún rincón de la casa libre de humedades.

En cuanto a los zapatos, aunque sean de esos que pueden aprovecharse para algún otro evento social importante aplicando algunos ajustes, conviene siempre eliminar toda señal de suciedad con un paño y  jabón neutro. Después se guardan envueltos en un pañuelo y dentro de una caja. Si el calzado es de piel, habrá que aplicar productos específicos para ese caso y, si hay manchas de grasa, lo más aconsejable será llevarlos a un experto del sector para evitar que se deteriore el material.

En definitiva, no es nada complicado proteger unos objetos tan repletos de significado y de amor. Con un poco de tiempo y mimo, tal vez la mano de algún profesional y algo de espacio, se puede organizar una especie de caja fuerte para el atuendo nupcial y sus complementos de manera que, en un futuro, todo se mantenga como el mismo día del enlace. Y se pueda revivir aquél  momento una vez más.

 

Fuentes: brides.com/matrimonio.it/bodas.net
Imagen: Dreamstime.