CEREMONIA SIMBÓLICA

Las ceremonias de boda pueden celebrarse por el rito religioso o por lo civil. Pero existe otra modalidad que seduce a cada vez más parejas. Y es la celebración simbólica que pretende renovar unos votos o representar una promesa de amor sin los trámites burocráticos y formales de otros enlaces. Se trata de un festejo nupcial colmado de metáforas y libre de protocolo. Un formato en el que todo es posible…

La música carece de los límites o restricciones que pueden aplicarse en el entorno eclesiástico y el no religioso. Esto significa que cualquier canción es válida en cualquier momento por lo que los novios pueden experimentar tanto como deseen y personalizar el repertorio musical hasta el mínimo detalle: melodías que han marcado la relación, baladas que representan la historia de ambos, canciones que entrañan recuerdos..etc.

El texto de la ceremonia puede ser redactado sin necesidad de seguir los parámetros protocolarios. Estilo , extensión y acompañamiento pueden adecuarse a la personalidad de los novios. Poesías, cantinelas, romances, lectura de votos (como en las películas)…Las posibilidades son tantas como la imaginación alcance…

La ubicación no es menos importante. Y dado que se trata de un evento simbólico la elección del enlace también puede ser cualquiera: una cabaña, una biblioteca, un bosque, una playa, un monte, un tren, una tirolina…

Se pueden, además, introducir rituales diversos según los gustos de los prometidos. Existen dos muy conocidos entre quienes celebran este tipo de bodas: el de la arena y el de las velas. En el primero, los novios deben verter dos vasos de arena (de dos colores distintos) en un mismo vaso para simbolizar la unión de sus corazones. En el segundo, los esposos encienden conjuntamente una vela bicolor de doble mecha para que, con el fuego, las dos llamas se fundan en una sola. De una forma u otra queda reflejada la fusión de dos personas en una.

Y ¿qué ocurre con el vestido de novia? Una vez más no existen reglas por lo que se admiten escotes muy pronunciados, espaldas descubiertas y cortes atrevidos. Todo aquello que obliga la etiqueta en el ámbito religioso y civil, puede ser obviado en este tipo de ceremonias. En realidad, la idea de fondo es la osadía para lucir en la boda sin cortapisas ni limitaciones.

En definitiva, fuera protocolos y bienvenida la personalidad en estado puro. Todo el evento nupcial se convierte en expresión auténtica del estilo y la historia de los novios. Una fórmula ideada para quienes desean crear la ceremonia de sus sueños sin renunciar a nada.

Fuente: leitv.it/ brides.com
Imagen: Pixabay