ALIANZAS CON CARÁCTER.

Al hablar de matrimonio, pensar en las alianzas es inevitable (incluso si se repara en ello después de haber fantaseado con el vestido de novia). De hecho, el momento en el que se intercambian y colocan los anillos nupciales es uno de los más esperados y emotivos de cualquier ceremonia. Es el instante en el que se lleva a cabo la representación de la promesa de amor y fidelidad entre los novios. Una escena tradicional y llena de encanto.

De ahí que las alianzas sean un elemento crucial en cualquier  boda por lo que, cuanto más personalizadas estén y mayor sea su capacidad de expresar el estilo y gustos de los contrayentes, mayor será también su simbolismo. Una tarea que no debería resultar complicada sobre todo si se afronta con calma y tiempo…

Entre las opciones más básicas se encuentra el oro, que suele ser la elección más tradicional, y el oro blanco o rosa que son las apuestas de los más jóvenes…pero no hay que cortar las alas a la fantasía. Lo mejor es dejarse llevar por la intuición y el amor que son los que guiarán las manos de la pareja hacia aquellos diseños que mejor les representen..

Una de las opciones más solicitadas son las incisiones.
No pasan nunca de moda. Pueden ser nombres, versos, títulos de canciones u otras palabras significativas grabadas en el interior de los anillos que evoquen recuerdos muy especiales de los que se desea siempre guardar una viva memoria. También signos, fechas,, corazones o cualquier otro símbolo que despierte una sonrisa de complicidad que solo los novios puedan comprender. Personalidad y romanticismo a tope.  Cierto es que, sin embargo, habrá que tener en cuenta el tamaño de las alianzas y el espacio que ofrece cada diseño para realizar el grabado…

Las piedras preciosas son otra interesante alternativa (bastante extendida)  ya que aportan un toque chic y distinguido muy característico. Las más demandas son los diamantes, especialmente para la alianza de la futura esposa, y zafiros o diamantes negros para ellos, ya que son algo más sobrios y menos llamativos.

Sin embargo, si se desea derrochar originalidad , hay que optar  por estampar la huella digital. Una opción que desde luego resulta curiosa y singular. La idea es llevar en el propio anillo la huella del cónyuge representando, así, una unión profunda y extremadamente íntima ya que se cede a la pareja el sello propio más personal, exclusivo e intransferible que se posee.

También se puede experimentar con las formas. ¿Por qué deberían ser estos anillos círculos perfectos? Espirales, hilos entrelazados, estructuras geométricas, esculturas en miniatura, piezas complementarias que encajan con la otra alianza, de mayor o menor espesor (según se desee representar solidez o  delicadeza y refinamiento)..etc . Las posibilidades son tantas que resulta imposible realizar un listado exhaustivo. Por eso, lo mejor es dejar volar la imaginación y consultar con la tienda de joyas para clarificar qué ideas son viables. El consejo de los expertos será, una vez más,  de lo más útil para realizar  la elección adecuada.

Los  que prefieran, sin embargo,  algo de carácter más  intimista, pueden pensar en la personalización de las joyas de la familia. Fundirlas para que, con el mismo material, se elaboren las alianzas permite  unir dos importantes recuerdos en la vida de los novios: el de la propia estirpe y el del matrimonio.

Como podéis comprobar una alianza no tiene por qué ser el clásico anillo de boda al que estamos acostumbrados. Hoy en día las posibilidades de convertir las alianzas  en pequeños símbolos de grandes amores, con el estilo y gusto propios de los novios, son casi infinitas. Y, la verdad, es que tratándose de una ocasión tan única y especial, bien merece el esfuerzo de buscar y elegir los detalles apropiados para que así sea.

 

 
 Fuentes: leitv.it/matrimonio.it/ bridalnews
 Imagen: Pixabay